lunes, 10 de septiembre de 2012

Golf: un estilo de vida


Desde la línea de Putt / María José González Bautista

Al hablar de golf vienen a mi mente algunos momentos que pasé cuando era niña en varios campos mientras acompañaba a mi padre. Ahí aprendí varias palabras que van de la mano de este apasionante deporte: etiqueta, honor, verdad.
El golf cuenta con reglas, tanto técnicas, como de valores y principios que obligan a todos a guardar, y es ello justamente lo que hace la diferencia entre el golf y otros deportes, pues aquí no se necesitan árbitros, uno mismo es juez de su propia competencia.
Si alguien comete alguna falta tendrá la honestidad de aplicarse o no el reglamento cuando es necesario; su único testigo es el compañero de juego.
Estas reglas funcionan como pautas del comportamiento que se deben tener dentro y fuera del juego, en un ambiente de respeto entre los competidores. Por ejemplo: cuando un jugador prepara su tiro, los demás deben permanecer en silencio y sin hacer movimiento alguno.
El golf es un juego de honor que va de la mano de la tradición, por lo tanto, se debe respetar a los demás compañeros, guardar la discreción incluso si algún tiro sale mal, no se puede hacer gesto alguno de ira y mucho menos aventar los palos al igual que cuando se gana, antes de festejar el competidor debe felicitar a los demás por el rendimiento que tuvieron durante el juego.
Golf, más allá de ser un deporte, un estilo de vida
A últimas fechas se ha registrado un fenómeno que debe evitarse a toda costa y que va justamente en contra de este conjunto de valores que dan consistencia al golf. Muchos jugadores –algunos incluso con el aval de sus compañeros—llevan un registro falso de sus golpes, con la finalidad de salir beneficiados en su haandicap.
Es lógico que si alguien lleva un crecimiento constante en su juego y de pronto tiene una mala tarde en el campo piense que se trata únicamente de un bache momentáneo y, por lo tanto, entrega al administrador del campo una tarjeta de registro con menos golpes a los que en realidad hizo. Como el golf es un deporte de caballerosidad y honestidad, así como entrega su tarjeta se hace el registro para su handicap.
Sin embargo, este tipo de comportamiento contradice la filosofía del golf que es un conjunto de valores que tienen que ver con el juego, pero también con nuestra conducta cotidiana. El golf es un estilo de vida y, por tanto, todo golfista debe actuar con rectitud, con honor y con verdad a la hora que llena su tarjeta de registro de golpes. De esta forma estará enalteciendo a este añejo deporte y a su propia vida.


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